Cuando era niño creía que la Realidad existía. Ahora se que no.

Realidad 2

De niño creía que la Realidad existía… Ahora que soy un adulto se que la realidad es, bueno, digamos que… un poco más complicada.

Seguro que has oído a algún político decir eso de “la realidad es…”, o alguien te ha dicho aquello de “hay que ser realista”. ¿Y si yo te dijera que esa realidad de la que hablan todos no existe?.

No, no estoy loco y te invito a que me acompañes hoy a un paseo sorprendente… que de paso multiplicará tu comprensión de las personas y tu éxito con ellas.

Mira a tu alrededor y verás… la Realidad. Te han enseñado que es única. Una especie de escenario que existe, que todos compartimos, en el que nos movemos, en el que se desarrolla la vida y que es el mismo para todos. Pues bien…No es cierto.

Hay una “Realidad Objetiva”, o se supone que debería haberla. Un universo exterior objetivo.

Está formada por las cosas y hechos puros. Por lo que realmente “es”, “hay” y “sucede”.

No sabemos si existe.

Parece una locura pero es así. Damos por sentado que existe pero realmente no tenemos la certeza porque más allá de los límites de nuestro cuerpo físico no podemos saber si existe algo o si es solo una fantasía de nuestros sentidos o de la mente.

Cuando veo un árbol se supone que es porque ahí existe un árbol y mis ojos lo están observando y recogiendo una imagen suya. Yo lo veo pero ¿realmente está ahí?.

Como en Matrix, si la realidad virtual estuviera lo suficientemente desarrollada, y sus imágenes fueran exactas a las que ves ahora al mirar la calle, y un día te despertaras en lugar extraño… no podrías saber si lo que ves es real o virtual. Eso es lo que nos sucede con la Realidad. No podemos saber si existe o si es solo que la mente nos hace creerlo.

Por otro lado, aunque exista nunca podremos conocerla.

Lo que estás viendo, sintiendo, oliendo y experimentando es solo una “percepción de la realidad”. No es el universo exterior, no es esa realidad objetiva, única e igual para todos que ni siquiera sabemos si existe. Es solo una imagen mental que te creas de ella y, además, no es la misma imagen para todos sino tu propia, personal, única e intransferible imagen. Esto es importante.

Tus sentidos recogen información del mundo exterior – por ejemplo de ese árbol, de tu gato o de la oficina – la convierten en estímulos nerviosos, éstos se transmiten a través de tu sistema nervioso hasta tu cerebro y allí son interpretados.

La mente subconsciente recoge ese material y empieza a procesarlo, solo que es mucho material para ti. A cada instante recibes un ingente volumen de datos del universo. El subconsciente puede manejarlo pero tu consciente no, es excesivo para él. Dicen que el subconsciente procesa cada segundo 11.000.000 bites mientras que el consciente solo 50 bites.

Por lo tanto el subconsciente hace una selección.

Como no puede enviarte todo tiene que escoger esa pequeña parte que es más importante para ti. Para ello utiliza un sistema de filtros personal y único. Lo componen cosas como lo que te interesa, tus necesidades, tus recuerdos y experiencias, tus preocupaciones y objetivos actuales, tus creencias, a quién conoces, etc. Si algo es relevante o importante para ti tu subconsciente hará que lo notes pero si no tiene importancia, o si es algo que tiene poco que ver con tu vida, posiblemente no serás consciente de que está ahí. Si estás pensando en comprarte un coche rojo empezarás a ver coches rojos por todas partes, si te has quedado embarazada te fijarás en todas las madres con bebes que se crucen contigo y asi con cualquier cosa.

Con esa selección crea una imagen multisensorial de lo que hay fuera.

Eso que ha seleccionado es lo que envía a tu mente consciente con la forma de una visualización que incluye todos los sentidos y eso es lo que tu experimentas del mundo. No ves, hueles, oyes… el paisaje, sino la imagen que tu mente ha creado del paisaje. No es todo el paisaje sino solo una parte de él; aquella en la que te estás enfocando. Tampoco es el paisaje tal y como es sino como tu piensas que es. Es una imagen “parcial” y “personalizada” de la realidad y como las has filtrado puede llegar a ser muy diferente de los hechos puros, de la realidad objetiva. Por eso digo que nunca podremos conocer la realidad tal y como es. Solo aquella pequeña parte de la realidad en la que te estás enfocando y que ha llegado a tu consciente.

Así que no vives en el mundo real sino en el que crea tu mente, un mundo que solo existe en tu mente y que no existe en la de tu pareja, tus compañeros de equipo o tu potencial cliente. La realidad que tu ves, no es la que ven ellos.

Ahora pongámosle la guinda al pastel…

La realidad pura no tiene significado.

Una mancha es una mancha, es un hecho neutro, ni es bueno ni es malo, simplemente es. No significa nada. A priori ni los hechos ni las palabras tienen significado. Eres tu quién les otorga un significado y quién los colorea emocionalmente al ponerlos en un marco de referencia e interpretarlos. Eres tu quien piensa que mancharse es un fastidio.

A esa información recibida por el subconsciente hay que darle un sentido. Inicialmente solo son una maraña de datos. Para que tengan sentido, y te sirvan de algo, tienes que interpretarlos y esa interpretación se hace comparándolos con algo. Tu mente compara los datos recibidos con los almacenados en tu memoria y les da un significado en base a tu experiencia vital, recuerdos, conocimientos, creencias, identidad, reglas personales, objetivos, etc. A todo eso lo llamo “Marco”.

Como el Marco es único para cada ser humano, cada uno damos un significado distinto y personal a las cosas. Mi marco no es tu marco. Se te acerca un perro en el parque y ves un animal amistoso con ganas de jugar o piensas que es una fiera peligrosa que te puede morder… Tu interpretación, tu mundo.

Esa combinación de ver una imagen del mundo personalizada, que solo ves tu, unida a darle un significado personal, que solo le das tu, tiene como resultado que no hay una realidad única para todos sino solo realidades individuales que cada uno crea a su medida. En vez de estar metidos todos en una única burbuja cada uno tiene su propia burbuja.

La PNL lo llama Mapas y Territorios

Hasta aquí hemos visto que cada uno experimenta su propia realidad, su propio mundo y que esas realidades son también diferentes del universo exterior objetivo, de lo que se supone que existe. Son como mapas y el territorio. El universo es el territorio y las realidades personales – esos modelos mentales que cada uno se crea del universo – son los mapas del territorio. Y el mapa no es el territorio. Lo que tu crees que ha pasado no es exactamente lo que ha sucedido. Lo que tu crees que hay no es estrictamente lo que hay. Por eso no tiene sentido decir “la realidad es” o “hay que ser realista”. ¿De que realidad hablamos?, ¿de la tuya, la mía o la de ella?.

Mi mapa no es tu mapa.

Debido a todo ese proceso de filtrado, en una misma situación cada persona que participa en ella se crea un mapa diferente de ese hecho, se crea una imagen diferente de la realidad.

Por eso cuando te relacionas con otra persona es importante que tengas en cuenta que su mapa es muy distinto del tuyo. No es que esté equivocada o confundida, es que su mapa es distinto y lo que desde la perspectiva de tu mapa está equivocado, desde la del suyo es correcto. Donde en tu mapa aparece un valle en el suyo puede haber una montaña.

Ya se que todo esto puede ser lioso pero es la clave para entender nuestros problemas con las personas.

Cuando no te entiendas con alguien piensa que lo que está viendo esa persona que tienes delante y cómo lo está interpretando, lo que cree que está sucediendo, puede ser radicalmente diferente a lo que tu crees y ves. Es como si tu fueras de un planeta y él o ella de otro.

Para entender a otra persona has de mirar las cosas utilizando su mapa, no el tuyo. Si quieres comprender a tu pareja, a tus compañeros de equipo, a tu jefe, a tu cliente, incluso a ti mismo… trata de comprender el mapa que usan. Trata de entender como perciben las cosas y qué significado le están dando. Y para hacer que otra persona te entienda trata de comunicarte desde su mapa, trata de traducir tu mundo a su mapa, a su mundo.

Y una última cosa…

Si quieres cambiar tu vida o tus resultados cambia tu mapa. Otro día ya hablaremos de cómo hacer eso.

Espero que lo que te he contado hoy te sea de ayuda.

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